Hace 120 años, la valentía y el ingenio humano se unieron para construir esta maravilla de la ingeniería, llevándonos a alturas impensables y conectando nuestro pueblo con el corazón del Cerro Famatina. Fue declarado Patrimonio Histórico Nacional y luchando por su lugar en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
Cada imagen aquí es testimonio de nuestra historia, de cómo el Cable Carril ha sido testigo silencioso de generaciones que soñaron, trabajaron y prosperaron bajo su sombra.
En torno al cablecarril, que según técnicos expertos estaría en condiciones de funcionar si se lo quisiera poner en marcha, se desarrollan otros emprendimientos turísticos, históricos, de aventura, gastronómicos y rurales, entre otros, que incluyen circuitos para vehículos, caballos, bicicletas y trekking, que estarán operables al fin de la cuarentena.
El cablecarril tiene 9 estaciones y el funcionario contó que la actividad incluye a la 1, la 2 y la 3, donde además del Museo están la sala de maquinas, que se recorre con guías de sitio. Además, en la última hay una opción gastronómica, en “lo de Don Abraham”.
Se trata de un puestero que vivió siempre en esa zona pedemontana con su familia y que adaptó su puesto para dar servicios sanitarios y de comidas caseras al paso a los turistas en sus recorridos de trekking, mountain bike o cabalgatas.
Cuenta con un recorrido de 9 estaciones. También en torno al Cablecarril se desarrolla el circuito turístico La Vuelta al Pique, donde se pone de manifiesto un sinnúmero de bellezas escénicas vinculadas al patrimonio natural y que está muy conectado al desarrollo del turismo rural en Guanchín, Sañogasta y Miranda, que son los pueblos a la vera de la Ruta 40.
