El gobierno nacional celebró este avance, con voceros oficiales afirmando que «saluden a la inflación que se va», en un tono de optimismo ante la mejora en las cifras. No obstante, la pregunta cabe sobre la actualización del método para medir el IPC.
La reducción de la inflación es uno de los principales logros que el oficialismo intenta destacar, en el marco de su estrategia económica orientada a restaurar la estabilidad tras años de alta inflación y crisis económica. Sin embargo, el alivio por la desaceleración de los precios podría verse empañado por otros factores que aún siguen preocupando a los argentinos.
Uno de esos factores es la actualización pendiente del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC. Días atrás Política Argentina públicó una nota sobre este tema. Como señaló el periodista Leandro Renou, el gobierno de Javier Milei estaría retrasando la implementación de una modificación que podría reflejar una inflación más alta de lo esperado, lo que impactaría de forma negativa sobre el poder adquisitivo de los argentinos.
El titular del INDEC, Marco Lavagna, viene insistiendo desde hace meses en la necesidad de actualizar la canasta de bienes y servicios que mide el IPC, ya que la actual data de 2004 no refleja los patrones de consumo de las familias en la actualidad.