El Superdomo fue testigo de un evento que, más allá de su relevancia jurídica, dejó entrever las profundas tensiones y ambiciones que atraviesan al peronismo en su conjunto. La jura de la reforma de la Constitución Provincial, no solo convocó a un amplio arco de éste espacio, sino que también evidenció el intento de algunos líderes de capitalizar el momento político. En medio de éste desorden, la falta de liderazgo y los escándalos en la cúpula nacional, Quintela decidió tomar las riendas y hacerse notar.
Entre las figuras presentes, Axel Kicillof, legisladores, intendentes y vicegobernadores acompañaron al gobernador en lo que se percibe como una movida estratégica de reposicionamiento dentro del PJ. Quintela, consciente del caos y la fragmentación que atraviesa el peronismo a nivel nacional, decidió jugar sus cartas. Busca posicionarse como una figura capaz de reorganizar el espacio.
La denuncia de la ex primera dama Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández, que acusa al ex presidente de violencia física y psicológica, no solo sacudió a la opinión pública, sino que también exacerbó las divisiones dentro del peronismo. Este escándalo dejó en shock a varios, creando un vacío. Con el principal espacio opositor fragmentado, el PJ riojano parece decidido a aprovechar la oportunidad para fortalecer su influencia.
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