La producción local de alto nivel profesional de Late Play fue elaborada íntegramente por un grupo de jóvenes realizadores riojanos
“Contra el Olvido: Historias de Resistencia”, es una producción local que enarbola las banderas de la Memoria, la Verdad y la Justicia, y reunió a un gran equipo de profesionales que aportaron todo su conocimiento y experiencia para lograr un producto que trascienda las fronteras de la distancia, pero sobre todo del tiempo.
En este sentido, Sergio Zalazar, asistente de producción de la docu-serie puntualizó en cuanto al tema que aborda la serie que “en lo personal fue una experiencia muy linda ya que fue mi primer rodaje, fueron varios días de grabación y también hacerlo con un grupo tan comprometido desde el primer día con este tema tan sensible fue una gran satisfacción y orgullo”.
Sergio Zalazar reflexionó que “este rodaje me deja el haber podido conocer la historia en profundidad de una época tan oscura en nuestro país, pero principalmente conocer las historias de los riojanos y riojanas, de escuchar su sufrimiento, la injusticia contada desde diferentes experiencias, desde el exilio, de perder un hijo, de estar preso y por otro lado el aprendizaje formar parte de un trabajo en equipo que logró una serie documental excepcional”.
Seguidamente, Federico Mercado, camarógrafo en la serie, contó que “ser parte de Contra el Olvido lo vivimos con mucho compromiso al tratar cada una de estas historias que forman parte de nuestro pasado oscuro y ese compromiso se puede ver en un producto donde los entrevistados y entrevistadas se sienten cómodos contando su historia”. “Ese compromiso se refleja también en la realización de un producto de calidad que puede ser reproducido en todos los medios de comunicación para llegar a más gente para que conozca nuestra historia y no se repita nuevamente”, agregó.
Asimismo, Mercado destacó en cuanto al producto final que “en La Rioja hay personas capaces de hacer producciones al nivel profesional de otras provincias, este es un producto serio que sorprendió por la calidad en una realización local y en lo particular me sentí afortunado de trabajar con personas comprometidas en su rol para que todo salga perfecto”.
Por su parte, Gonzalo Díaz, también camarógrafo del equipo reconoció la emocionalidad que los estremecía en cada día de rodaje y dijo que “por mi lado la experiencia fue como un encuentro de emociones, fue linda, triste, emotiva, cada uno de los invitados e invitadas se abrió a contar su vivencia y escucharlos fue vivir la historia en carne propia, sentir su dolor, su pena”. “Pero también digo que fue lindo, porque en esos momentos, a pesar de haberla pasado tan mal todavía siguen irradiando luz, bromeando sobre las mismas cosas”, añadió.
Finalmente, Díaz indicó que “ser parte de esta producción me deja mucho aprendizaje, uno de ellos es nunca rendirse y ser fiel siempre a tus convicciones e ideales y, sobre todo, que nunca tenemos que permitir que suceda de nuevo, defender nuestros derechos”.