La Rioja se encuentra en medio de una de las crisis hídricas más graves de su historia. Bajo el lema «No Hay Agua», el Gobierno provincial lanzó una campaña de emergencia con el objetivo de concienciar a la población sobre la escasez de agua que afecta a la región debido a una prolongada sequía. Las autoridades implementaron medidas urgentes para garantizar el acceso al agua potable, pero insisten en que la colaboración de los riojanos es fundamental para enfrentar esta situación.
El «Plan de Emergencia Hídrica Provincial», del cual forma parte la campaña, no solo busca sensibilizar a la población, sino también aplicar acciones concretas para optimizar el uso de los recursos hídricos. Entre las medidas se incluyen la mejora de la infraestructura de distribución y un control más estricto sobre el consumo en sectores como la agricultura y la industria, que representan una parte significativa del uso de agua en la región.
El Gobierno comenzó a imponer restricciones en el suministro, especialmente en zonas rurales, y anunció la creación de reservas de agua estratégicas para las áreas más afectadas. Sin embargo, la única solución sostenible a largo plazo, según las autoridades, es la adopción de hábitos responsables de consumo por parte de la población.
