La medida fue oficializada este lunes y prevé que las elecciones se realicen en fecha unificada, aunque con urnas distintas y control de justicia electoral por separado.
De este modo, los ciudadanos encontrarán boletas diferentes para cargos nacionales y provinciales, lo que obliga a la provincia a financiar su propia impresión de papeletas.
Cabe destacar que, de haberse optado por sumarse al esquema nacional con boleta única, el costo hubiese sido absorbido por Nación, integrando cargos locales en la misma papeleta.
“Esto representa un esfuerzo extra para las arcas riojanas en un contexto delicado”, explicó un especialista en derecho electoral.
Mientras tanto, sectores opositores cuestionan la falta de ahorro y advierten sobre posibles confusiones en el electorado.
