8 M: UNA SINDICALISTA EN LA UNIVERSIDAD
Escuchar y conocer a mujeres que forman parte de distintas Instituciones de Chilecito, fue mi agenda de este mes. En este año, un 8 de marzo, el temperamento, formación y fuertes opiniones de la Abogada Leila Ramos le permitió asumir como representante gremial de los Nodocentes de la UNdeC.
El 8 de marzo es nuestro derecho a ocupar la calle políticamente y apropiarnos del espacio público. Las mujeres estamos saliendo adelante. Ha sido incansable nuestra lucha, perseverancia, confianza en nosotras misma y sobre todo la fortaleza que ponemos día a día, es lo que permite que hoy podamos gozar de derechos que en un pasado nos fueron negados.
Cada 8 de marzo, desde
diferentes ámbitos de la vida pública y privada se reivindica el rol de las
mujeres. Y una de las principales causas para que esto así sea, es que la
educación y el cambio cultural se van imponiendo día a día.
Por todo esto, quiero
contar un hecho histórico que se da en Chilecito. En este caso en el gremio de
los trabajadores de la Universidad. El temperamento, formación y fuertes opiniones
de la Abogada Leila Ramos, le permitió asumir como representante gremial de los
Nodocentes de la UNdeC.
“Hoy me toca asumir
un lugar de representación que nos convoca a trabajar por todos los
trabajadores y todas las trabajadoras. Asumir hoy, en un día donde se conmemora
el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, nos invita a reflexionar. Construyamos
espacios de trabajos que sean respetuosos e igualitarios”, fueron las primeras
palabras de Leila en la Asunción.
Hacen falta
mujeres en las mesas de las discusiones paritarias
La representación
de Leila frente a un gremio en la UNdeC, lo marco como hecho histórico, porque,
por más que en la actualidad se vaya naturalizado el rol de las mujeres como
sujetos sociales y políticas, en el espacio de la Universidad Nacional de Chilecito,
no dejó de asombrarme. Una Institución donde durante muchos años fue complejo
romper con la hegemonía masculina que, aunque se mostraban como “aliados”, era
notable que no toleraban ninguna modificación en sus arcaicas estructuras.
Leila representa
hoy la ilusión de varias mujeres que día a día luchan a lo largo de la historia
espacios de representación. Es nuestro derecho adquirido y un deber de toda la
sociedad.
Cuando una mujer ocupa algunos espacios público políticamente, hay un “permiso tácito” para castigarla por ello.
Los movimientos feministas
han luchado por la participación pública y política de las mujeres, les han
dado voz para demandar sus derechos. Pero desde la lógica de dominación
patriarcal, cuando una mujer ocupa el espacio público políticamente, hay un
“permiso tácito” para castigarla por ello.
En un recorrido por
distintos medios miraba cada opinión y reflexión por el día, y no dejo de asombrarme
por lo que encontré. Un comentario cargado de odio, o quizás de completa
ignorancia, de la conductora de televisión, Viviana Canosa. “Muñecas… ¿Qué es
para Ustedes el famoso Patriarcado? Porque la verdad les diría que empiecen por
darse un baño, depilarse e ir a laburar”, algunas de sus expresiones…
Personalmente, yo
estoy satisfecha de que en Chilecito (y en el mundo) cada vez seamos más las
que hacemos “Un día sin Nosotras”, hasta las instituciones más cerradas, como
la Función Judicial, se adhirieron al paro.
Las mujeres nos
apropiamos de la calle, nos manifestamos por el derecho a sentirnos seguras en
el espacio público, sin miedo a la violencia ejercida por los hombres, al
“castigo” impuesto por revelarnos como sujetos visibles y con voz.
La lucha feminista
ha exhibido una extraordinaria capacidad de transformación social. Las
conquistas de las mujeres han implicado mayores niveles de justicia social y
progresos civilizatorios sustanciales.
Todavía falta muchísimo, y en varias estructuras (Como lo de llegar a la presidencia de un partido político).En Chilecito cuesta mucho hacer comprender a los hombres, de esta igualdad con las mujeres, con el argumento de la lealtad (disfrazada).
Pero seguimos avanzando, aunque nos falte todavía. Como nosotras, que quisimos conmemorar, a
través de un video, la historia detrás de cada trabajadora, pero una opinión me
hizo reflexionar. “No dejó de ser un video tibio, faltó la argumentación del
verdadero porque del 8 de marzo”.
ELEUTERIA
Deja tu comentario