NAVIDAD: EL ESPIRITU EN UN AÑO MARCADO POR LA PANDEMIA
¿Cómo está el espíritu de la gente? Sin dudas influyen varios factores que van desde lo más complejo, como lo económico, o lo que significó la perdida de seres queridos, hasta lo más simple como la desorganización y el desastre por falta de dinero en los cajeros.
Sin dudas cuando llegan estas fiestas renace en el interior de cada uno un sentimiento extraño. Quizás sean los adornos, la iluminación multicolor que da brillo a nuestras calles cotidianas; el vernos unos a otros cargados de paquetes o las inmensas colas en los supermercados para la comida de estas fiestas.
Pero en las calles, por los menos de Chilecito, se
resiente el espíritu de la Navidad. Aún está en el aire cierto temor y angustia.
Es que la pandemia ha dejado a muchas personas expuestas sin recursos,
trabajadores que han dejado la piel luchando a primera línea por todos
nosotros, a los que tuvieron que cerrar sus puertas y a los que tienen que
comenzar de nuevo.
A los operarios de la curtiembre que quedaron sin su
fuente laboral y que todavía no saben cuál será su futuro… ¿Qué espíritu navideño
pueden tener?
Y la gente que tenía asegurado su sueldo y aguinaldo ¡ni
si quiera a la hora de cobrar (aun sabiendo que venía con un bono anunciado) tuvo
entusiasmo! ya que el aglomeramiento de gente por la falta de reposición de
dinero en todos los cajeros de la ciudad, y las interminables colas en la
puerta de los bancos para cobrar en ventanillas, ha mostrado varios rostros
molestos y hartos de tanta desorganización y falta de desidia en todas la
instituciones.
Y me atrevo a remarcar que el año se caracterizó por una
falta de decidía en todas las instituciones. Por más buena voluntad que hubiesen
puesto, no se tuvo la capacidad operativa para llevar a delante un año acorde a
las circunstancias.
Fue moneda corriente escuchar en cada reportaje decir: “Es
fácil escribir detrás de una computadora”, pero todo suma a la hora de poder
aportar cualquier granito de arena. La soberbia no es buen acompañante a la
hora de buscar soluciones.
Hoy en todo el mundo se están acelerando y buscando todo tipo de posibles soluciones y nuevos procesos, por ejemplo el de la vacuna para covid-19, con la cantidad de recursos
que se le están destinando.
Lo cierto es que este nefasto 2020 llegará a su fin con
las fiestas navideñas más insólitas que se recuerdan. Ni reencuentros
numerosos, poco entusiasmo en las colas de los súper, pocos viajes, pocos
regalos, pocos, o nada de besos... Habremos puesto fin al año más terrible del
que guardamos memoria y las copas brindarán por dejar atrás lo vivido
Sabemos que no es fácil para las personas que han perdido
su puesto de trabajo o que han cerrado su negocio, que han sufrido el covid y
lo han superado ni menos aún para los familiares de los seres queridos fallecidos,
pero un abrazo de un amig@, una caricia de un niet@, un saludo de un vecin@,
nos hará llegar al interior de nuestros corazones para que nuestros pasos se
abran camino mirando con esperanza el futuro.
Por el sufrimiento y las restricciones vividas este año,
más que nunca, estas navidades debemos valorar las celebraciones en familia,
los reencuentros con los amigos que hace tiempo no vemos y también olvidar
algunos rencores con las personas allegadas.
Son tiempos de solidaridad. La navidad es tiempo para
soñar, y que aquellas personas que tienen problemas laborales y económicos como
consecuencia del covid, más pronto que tarde, puedan ir venciendo esa
situación.
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