¿ODIO O POCA TOLERANCIA?
La intolerancia hacia varios dirigentes políticos en Argentina, es la mayor dificultad que pudiésemos estar enfrentando como sociedad, una opinión o un debate ha tomado otro rumbo, cargado de discursos de amenazas, odio, y una gran cantidad de negatividad cuando deciden expresar algo.
Teniendo en cuenta el contexto actual de pandemia, someter un pensamiento diferente, hoy, está dando paso a una “extrema intolerancia “ocasionando climas de hostilidad en todos los sectores de la sociedad.
Dos hechos puntuales tomaron protagonismo con dos
figuras importantes de la política y la intolerancia pasó a ser una amenaza violenta.
Por un lado, hacia la vicepresidenta y por otro lado al gobernador de La Rioja.
Hace unos días denunciaron a un periodista por
amenazar de muerte a la vicepresidenta de la Argentina y terminó con una
denuncia en la Justicia Penal, bajo la figura de “amenazas, instigación pública
a cometer delitos o suscitar tumultos o desórdenes, apología del delito y
violencia contra la mujer”.
El tema pasó también porque el ciudadano amenazante,
además de ser un periodista conocido, fue uno de los tuiteros que alentó la
convocatoria a la movilización que se realizó frente al Congreso en rechazo a
la reforma judicial penal. El tenor de los dichos, en su condición de “influencer”,
tiene la entidad suficiente para instigar, impulsar y/o determinar a cualquier
habitante del suelo argentino a cometer lo propuesto por el denunciado,
fundamentaron los letrados del caso.
Varias notas de respaldo salieron, y varios
comentarios de rechazos también. Hasta el ex presidente, Carlos Menem, se
expresó vía Twitter: “Repudiamos la amenaza de muerte contra la vicepresidenta
@CFKArgentina y la intimidación contra senadores nacionales. La democracia
exige tolerancia y respeto al disenso. No nos hagamos eco de los profetas del
odio. Para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”.
En La Rioja sucedió lo mismo detuvieron en las últimas
horas a un trabajador del municipio capitalino que marchó a la residencia oficial del gobierno, pidiendo aumento
de salarios, y apareció en un video insultando y amenazando al Gobernador y a
algunos de sus funcionarios. Por ello un fiscal actuó de oficio y lo imputó por
"intimidación pública", "coacción agravada" e
"incitación a la violencia".
Rápidamente y no tolerando esto, la CTA de Los Trabajadores de La Rioja, por medio de
una solicitada repudió la persecución, criminalización y judicialización de la
protesta social, solidarizándose con el trabajador PEM.
Nunca se había hablado tanto, ni se había recomendado
tanto como ahora la tolerancia. Ser tolerante significa que se permite pensar,
sentir o actuar a su manera, sin sentir amenazada nuestra identidad. Ser
tolerante es una forma de empatía y de la empatía nos beneficiamos todos.
Pero… ¡Hay que tolerar, pues, las opiniones y las
prácticas de todos, salvo las de los intolerantes!
EN CHILECITO TAMBIÉN HAY FALTA DE TOLERANCIA
A los vecinos de La Perla del Oeste, mejor dicho, a sus bolsillos, les ocurre algo singular: no toleran la falta de recurso económicos que se está notando. Pero analizando el hecho, no por ello se tiene que tolerar la inseguridad y la ola de robos que se están dando en los últimos días.
Lamentablemente tenemos la particularidad de que este
maldito y odiado virus se las agarró con nuestras fuerzas de seguridad. Actualmente
hay 184 domicilios aislados y entre ellos familiares de los policías.
El incremento del virus ya es notable, por ello el intendente firmó un Decreto municipal
restringiendo circulación interdepartamental durante el fin de semana y las
actividades económicas y comerciales no esenciales, comprimiéndolas en una
franja horaria acotada.
Estimo que esta medida se debe a la falta de
colaboración y tolerancia de todos los chileciteños y chileciteñas. ¿Es tan difícil
de entender que en medio de una pandemia no se pueden hacer juntas, consumir
bebidas alcohólicas (que eso trae aparejado accidentes, disturbios, etc), y que
se debe cumplir con los protocolos de seguridad como mínimo?
Esto es lo que yo llamo falta de empatía y tolerancia
para con el otro. Manifiestan que tienen derecho a ser libres y expresarse
libremente, pero a la hora de caer enfermos y o de sucederles algo, caen con
los trabajadores de la salud que están agotados ya, ¡que ya no dan más!
No deberíamos tolerar absolutamente ninguna
manifestación de intolerancia, pues de lo contrario seríamos incapaces de
evitar el eventual colapso de la tolerancia.
ELEUTERIA
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