"PODRÁN CORTAR TODAS LAS FLORES, PERO NO DETENDRÁN LA PRIMAVERA"
Somos partícipes de un fenómeno viral extraño, que exige regulaciones, privaciones, límites, cambios en las formas de vivir, padecimiento económico y donde la delincuencia acecha. Pero a pesar de ello… ¡No podrán detener la primavera!
La primavera, esa que “la sangre altera”, no es solo el reverdecer de la naturaleza, o la estación del amor, sino también que se convierte en una gran metáfora, representando la estación del alma del ser humano. Provoca una verdadera revolución en nuestro interior, una mayor predisposición para reír e, incluso, para enamorar.
¿Pero qué pasa con una primavera en pandemia?
Con la llegada de esta estación, la realidad actual nos
plantea que venimos de meses de mucha angustia, de aislarnos de nuestras
familias, amig@s, vecin@s, y en el peor de los casos hasta de perder algún ser
querid@.
A tan solo dos días de esta maravillosa estación, el
panorama es de un escenario apenado. Anoche se realizó una conferencia de
prensa, encabezada por el gobernador y la vice gobernadora mostrando
un rostro que no pueden ocultar la angustia y el miedo que genera esta situación
y ante el dato alarmante de que ya contamos con 76 personas que perdieron la
vida.
El gobernador solicitó casi como un pedido
desesperado: “Les pido que se cuiden y cuiden a sus familias”. “No es momento
de divisiones, es momento de unirnos porque estamos atravesando un momento muy
difícil, que nos toca de cerca”. “Por favor, acompañemos al personal de salud,
a las fuerzas de seguridad, quienes están dando lo máximo de cada uno para
preservar la salud de todos y todas”.
Es sabido que el estado es responsable de las
políticas públicas como respuestas a los derechos ciudadanos, y a todo lo que
concierne con esta pandemia, pero también cada ciudadan@ debe ser responsable
por sí mismo y para con el prójimo. Es una responsabilidad compartida, de lo
contrario no hay salida, lo cual pone de manifiesto los valores sociales,
éticos y solidarios de la convivencia social.
La inseguridad y la falta de responsabilidad es la
otra pandemia que tiene en vilo a la capital. La sociedad parece no entender de
no realizar juntas en domicilios privados y la gente del COE (Comité Operativo
de Emergencia) tiene que asistir de niñer@s para que puedan entender la
magnitud de la situación. Mucha gente se desvela mirando a través de un medio
de comunicación (“La 4X4 Radio”), la cantidad de hechos delictivos y
transgresiones al “Aislamiento Social Obligatorio”
Y en Chilecito, no estamos tan lejos de la misma
situación. Este último tiempo se puso complicado el escenario. Arrebatos, robos
en locales céntricos, y como moneda corriente robos de motos. Antenoche, varios
grupos de WhatsApp, describían mensajes de gente indignada por este tipo de
delitos. Por nombrar un ejemplo, un delivery se quedó sin la posibilidad de
poder continuar con su jornada laboral y aún peor, sin su herramienta de
trabajo.
Seguramente ya nadie saldrá siendo el mismo cuando la
pandemia del coronavirus permita volver a la vida normal. Quizás tengamos la
utopía que la primavera detenga este enemigo desconocido por tod@s.
Pero para que los árboles florezcan en primavera,
antes debemos reflexionar en invierno. La primavera anida, como condición, sólo
en aquellos que estén dispuestos a recibirla.
No seamos pesimista, pongamos mucha fe y optimismo,
pero sobre todo responsabilidad para recibir la estación del amor, donde renacen
las esperanzas de un mejor porvenir, porque…
¡Podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la
primavera!
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