HABILIDADES SOCIO EMOCIONALES… UN CAMINO ESPERANZADOR
En tiempos de convivencia forzada, de distanciamiento físico y crisis económica las habilidades socioemocionales pasan a cumplir un papel preponderante. El camino se hace menos pesado si se cuenta con recursos económicos, capacidades y habilidades personales para afrontar este presente, que al parecer, no tiene un final cercano ni esperanzador.
Lo que se plateo el 19 de marzo de 2020, como un corto periodo de cuarentena en relación con el COVID-19 dispuesto por decreto nacional, DNU N°297 , ya cuenta con 5 meses de aislamiento y distanciamiento social, físico, emocional.
Hoy en
algunos sectores de la sociedad, se
percibe como un atropello a la libertad personal, esta época de aislamiento social, preventivo
y obligatorio.
Parece
que todos los argumentos y estrategias ya no nos convencen y necesitamos todos los días refuerzos de
distintos tipos para seguir respetando de manera responsable la cuarentena. Hasta los más disciplinados comenzaron
a necesitar refuerzos extras para continuar en este proceso que no es fácil
para nadie y que cada vez parece más difícil sostener desde muchos ámbitos.
Quiero
aclarar que no estoy haciendo referencia
las personas que irresponsablemente realiza eventos sociales o marchan poniendo
en riesgo sus vidas, las de sus familiares y las de todos llevando al límite
los recursos de salud. Hablo del aquel ciudadano, que cumplió y se esfuerza, tratando todos los días de poner actitud positiva sobre
la situación y por supuesto apoyar y contener a su familia, el que hasta siente
culpa si va a comprar al super y no en el negocio de su barrio, el que intenta
no salir y hacerlo solo cuando es su día y lo justo y necesario, muchos nos
sentimos representados desde este lugar.
Es este
ciudadano el que necesita de nuevas
estrategias para sostener desde lo emocional, familiar y social una actitud responsable en este complejo contexto, que en
un primer momento fue presentado como breve.
Pero que sin darnos cuenta nos está llevando medio año. Hoy los que
saben opinan de manera optimista que este proceso llevara al menos dos años para poder decir que llegamos al fin de la
pandemia. Se habla también de la nueva normalidad, una frase que intenta
expresar que no podremos volver a nuestras vidas como las habíamos conocido
antes de ese tiempo.
Si a esto le sumamos la perdida de los seres queridos por este y otros motivos, los
que se enfermaron y no se pudieron acompañar ni despedir, el resultado es una devastación emocional que
se manifiesta con dolor, incomprensión,
la frustración, enojo, entre otras emociones.
Es ahí
donde debemos echar mano a todos los
recursos disponibles, las denominadas habilidades
socioemocionales como una herramienta que nos ayudara a sobrellevar este
difícil y desafiante momento de la vida.
Durlak
define a las “habilidades socioemocionales”,
como el
resultado de combinar el aprendizaje emocional dado por el entorno
familiar, la sociedad o la escuela y el propio desarrollo personal del individuo
en el área de emociones.
La
idea es poder ampliar herramientas que me permitan desenvolverme con
efectividad el día a día, lo que
enfrento hoy, ahora en este momento y en el contexto en el que estoy.
Jones
Greenberg y Crowley menciona algunas
habilidades socioemocionales a mi criterio, necesarias de incorporar en estos tiempos que
nos tocan vivir tales como: Autoconciencia, Autogestión, conciencia
social, habilidades para comunicar, toma de decisiones.
Sobre lo
mencionado destaco la habilidad de comunicar y conciencia social para fortalecer
en este contexto particular que todos estamos viviendo.
Por
supuesto que estas habilidades y herramientas no caen del cielo ni se presentan
por arte de magia, debemos trabajarlas en lo personal, familiar y social, y colectivo. A través de pequeñas acciones y
actitudes.
Es
ahora que necesitamos reinventarnos y adquirir recursos emocionales que nos
permitan mirar acertadamente y con
inteligencia esta etapa en la que ingresamos.
Los primeros positivos que
ya no son de extraños,
los reconocemos en nuestras
familias, vecinos y amigos.
Por último, y no menos importante, también es fundamental desarrollar la capacidad para construir relaciones sanas, positivas y felices.
Lic. Daniela Agner
Deja tu comentario