VISIBILIZAR LA CONDICIÓN DE VIDA COMO DERECHO HUMANO
Aporte: Lic. Daniela Agner en sección “Sociedad y Cultura”
Glosando a Ricardo Ortega Soriano podemos iniciar diciendo;
“… una de las principales condiciones que impide a
distintos grupos de personas en situación de riesgo el efectivo goce y
ejercicio de sus derechos humanos es la invisibilidad social e institucional en
la que se ven inmersos, pues el proceso de negación, desvalorización e
indiferencia al que se enfrentan impone y prolonga la idea de que ciertas
colectividades, como las de mujeres, personas con discapacidad, indígenas,
personas que viven o sobreviven en la calle, o personas con orientaciones
sexuales e identidades de género distintas, deben coexistir al margen de la
sociedad en términos políticos, sociales, culturales y económicos; sobre todo
en lo que respecta al goce y ejercicio de sus derechos humanos.”
Mostrar la condición de vida de estas personas permite
iniciar los procesos de visibilizacion y reconocimiento social y gubernamental,
en algunos casos, de sus necesidades específicas y posteriormente accionar al
respecto.
Los cambios sociales en materia de derechos humanos
surgieron a partir de la toma de conciencia y el reconocimiento de la
existencia del otro como tal, el reclamo justo
de sus derechos y las
posibilidades de mejorar su calidad de vida.
Soriano habla de la invisibilizacion social e
institucional que impide el goce de derechos, a esto se suma una práctica común
y bastante aceptada como es el hecho de no mostrar imágenes de sectores
específicos, como personas con discapacidad, personas en situación de calle,
una pareja del mismo sexo besándose en un espacio público, entre otras, argumentando la vulneración de estas
personas, siendo esto justamente lo contrario.
Algunos sectores
e instituciones caratula de
desagradable las imágenes que permiten ver la gran diversidad de nuestra
comunidad. El impacto visual nos interroga
y nos ubica ideológicamente en un lugar incomodo que nos interpela como
seres humanos.
Lo que nos molesta no es la imagen en si, es el hecho
mismo de reconocer mi indiferencia hacia la situación del otro, que se me
presenta cargada de prejuicios y afirmaciones basadas en la intolerancia
social.
Los datos, las cifras, las estadísticas que
constituyen el centro de todo análisis social al respecto quedan desdibujadas y
muchas veces ignoradas cuando hablamos de sectores vulnerables.
Las imágenes que tanto molestan y sensibilizan a
algunos sectores sociales mas conservadores son la punta de lanza con la que se
busca defender y visibilizar los derechos que están representados en la
carencia misma de ellos.
Es en este contexto que debemos ver, debemos mirar, debemos interiorizar
esas imágenes que tanto prejuicio nos
genera y molestan.
Un gran desafío es el plantearnos con sinceridad que me genera más incomodidad si ver la condición del otro o saberla, reconocerla pero no tener que mirarla es punta pie inicial en este proceso.
La empatía, palabra tan de moda en estos
momentos, entendida como participación
afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, implica tomar conciencia
real y accionar de manera tal que la otra persona pueda sentir el interés y
acompañamiento genuino de la comunidad.
La empatía es la función mas importante de la inteligencia y más allá
de su aplicación emocional transciende
hacia la acción concreta y participación activa en una mirada que cambie la
forma en que nos percibimos y percibimos al otro.
Seguramente un gran reto para todos, que implica necesariamente la adquisición de herramientas afectivas, emocionales y sociales. Ese es el proceso en el cual nos debemos comprometer personal y desde todos los organismos pertinente, gubernamentales y no gubernamentales.-
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