Una semana ya en cuarentena desde que apareció esta espantosa pandemia. Y la estaba viviendo de manera virtual, siguiendo su evolución desde mi computadora. Pero hoy tomé conciencia y me di cuenta de la magnitud de la situación, y todo se volvió real.

Este sábado el informe emitido desde el instituto Malbrán, arrojó 67 casos nuevos en Argentina, y en total ya van 225 por Coronavirus. Por lo pronto, todavía no hay casos en La Rioja.

Y nada es casual, la rapidez con que se movió el gobierno, el sistema de salud, la policía, gendarmería, bomberos, y la concientización desde todas las instituciones, es merecedor de destacar. Aunque todavía como ciudadanos nos falte un poco más de responsabilidad, creo que vamos por buen camino. Son pocos los que no toman conciencia, pero por suerte, para esos está el peso de la ley y las personas encargadas de hacer ejecutar esas órdenes.  

El avance de esta pandemia, me ha demostrado como luchan contra este enemigo, un grupo de personas convertidas hoy en  “LOS SÚPERHÉROES DE LA VIDA REAL”

Por ello me puse a pensar que un verdadero héroe no necesita súper fuerza, no necesita armaduras metálicas, ni lanzar telarañas para hacer lo correcto. De hecho, estoy segura que conoces a más de uno y que sus historias merecen ser contadas.

Estos héroes tienen sus poderes traducidos en la valentía, coraje y vocación de salvar nuestras vidas, poniendo en riesgo la suya en pos de un bien común.

Sí, son gente común y corriente en su vida cotidiana, portando heroicos atuendos. Personas de todas las edades, para demostrar que más allá de razas, religión o creencias, todos tenemos algo de superhéroes.

Y aunque ellos ponen todo sus poderes, nosotros también debemos cumplir con nuestra responsabilidad ciudadana. No podemos esperar a que un superhéroe tenga que usar su poder y llegar a determinada situación tan dura como lo es el “Estado de Sitio”.

La ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, señaló que no descartan declarar Estado de Sitio para garantizar el cumplimiento de la cuarentena por el Coronavirus en el país.

La cuarentena también trae aparejado esta cuestión de hacernos la cabeza, de tener incertidumbre, de estar con paranoia de todo, pero también están los memes que nos hacen divertir a la distancia y olvidar un poco esta angustia globalizante. No hay tragedia sin catarsis.

Cuando todo esto acabe, llenaremos las plazas y correremos por toda la ciudad hasta que nos duelan las piernas. Les explicaremos a nuestros hijos que este paréntesis de irrealidad también trajo cosas buenas, porque los adultos estamos para eso, para buscarlas.

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