
COSECHARAS TUS PLANES
Todos conocemos la fábula de la hormiga y la cigarra, que ejemplifica el valor de la previsión, el trabajo y el ahorro, virtudes de la hormiga, respecto al costo del descuido, la flojera y el despilfarro, vicios de la cigarra. Una historia de desigualdad: los que se esfuerzan, como la hormiga, terminan en una mejor posición que los que no lo hacen, como la cigarra. Sin embargo, en la actualidad es necesario renovar esta historia.
Y es necesario actualizarla porque el trabajo es el valor central en la vida de los individuos y en la cultura de las sociedades. Pero ¿Todos adoptamos el mismo sentido de valor al trabajo?
En Chilecito fuimos noticia a nivel nacional y
disparadores de un gran debate, luego de que se desatara una polémica por los
dichos del actual intendente, Rodrigo Brizuela y Doria, quien reclamaba la
falta de interés a la hora de ofrecer desde el Municipio una bolsa de trabajo,
donde se ofrecía tres mil puestos para la cosecha de uva y aceituna, y solo se habían
anotado tres personas.
Si lo tomamos desde el punto de vista numérico,
y a primera vista, diremos que todos son unos vagos y no quieren trabajar
porque seguro tienen un plan social al cual no quieren perder. Y que no hay
nada mejor como dice el dicho: "ganarás el pan con el sudor de tu
frente".
La falta de contención laboral que hay en la provincia,
debe servir en todo caso para asegurar a los trabajadores temporarios la
posibilidad de no perder el beneficio asistencial que tienen el resto del año.
Una de las posibles soluciones para evitar “golondrinas”
y poder dar contención a nuestros chileciteños, debe ser la manera de encontrar
un mecanismo de compatibilización entre el trabajo en blanco y el plan social,
es decir, no sacar los planes sociales sino retenerlos (por la temporada) y que
puedan trabajar en blanco tranquilamente.
Obviamente, no es que no haya voluntad de ir a
trabajar, sino que hay miedo porque no sean propicias las condiciones laborales
y además de perder esos planes, que por lo menos los utilizan ante la falta de
trabajo que hay en la Ciudad.
Y es acá donde el Intendente debe prepararse y
apuntar en esta falta de previsión para esta época del año, donde así mismo él
podría colaborar para que se garanticen óptimas condiciones laborales (¿acaso
él no viene d familia agropecuaria?).
La cuestión es que este tema dio un gran debate
a nivel nacional, que todavía continua y que por lo tanto dividió a la sociedad.
Están los que se preguntan sobre si ¿Se conoce
realmente el contexto y las condiciones en los que trabajan los cosecheros? ¿Si
hay un seguimiento por parte de los organismos provinciales en la cuestión laboral? ¿Si se realizan las
revisaciones medicas correspondientes? ¿Si es suficiente el pago?
Y por otro lado obviamente los que se
encargaron de estigmatizar a los “planeros” (que haciendo un punto aparte,
trabajan el doble que un empleado municipal de planta permanente pero que es
“noqui”).
Los planes sociales por un largo tiempo no van
a poder cortarse. Mientras no exista una compatibilidad entre la posibilidad de
trabajar en blanco y de tener un plan social,
siempre se va a tener el dilema de tener un trabajador, es una realidad
que nadie quiere mirar.
La fábula de la cigarra y la hormiga, parece la
meritocracia de los insectos, cuanto más trabajan, más suerte tienen. Porque partiendo
de la premisa de que todos nacemos iguales, el relato plantea que quien se
esfuerza tiene éxito y quién no lo tiene es porque no trabajó lo suficiente.
Que solo sean 3 los que se inscribieron para la cosecha, hizo suponer a una parte de la sociedad y de los medios de comunicación que la explicación del conflicto social es la fábula de la cigarra y la hormiga, y la verdad es demasiado inocente creer esto.
ELEUTERIA
Deja tu comentario